
30 Mar Cata de vinos en Madrid
¡Hola!
Tras unos días para recargar pilas y para dar la bienvenida a la primavera, llega el momento de compartir nuevos descubrimientos.
Todos conocemos los diferentes usos del vino: culinarios, religiosos, para elaboración de otras bebidas pero, sobre todo, es el elemento estrella en momentos especiales. No hace falta que esperemos a un acontecimiento importante para abrir una botella, simplemente forma parte de nuestra cotidianeidad, esa que tanto nos gusta disfrutar con los nuestros: una buena cena, un encuentro, una velada romántica, una despedida, una bienvenida, una oportunidad, un cambio…
El pasado 19 de marzo asistí a una de las catas organizadas por La Bodega de los Reyes (c/ de los Reyes, 6, Madrid). Situada en pleno corazón de Madrid, esta bodega se ha convertido en un punto de encuentro de lo más conocido y atractivo para el turista y para el madrileño.
Los amantes del vino y los que buscan una buena opción calidad-precio podrán encontrar gran variedad de vinos jóvenes, crianzas, nacionales, blancos, reservas, rosados de lágrima, dulces o cavas.
Las instalaciones constan de dos plantas. A la primera planta accedemos directamente desde la calle y en ella encontramos un sinfín de posibilidades.
En la planta inferior encontramos la cueva, de ladrillo visto y con un encanto especial para la celebración de catas, una de sus actividades más demandadas, aunque también organizan muchas otras como visitas a bodegas, cumpleaños, reuniones de empresa, cursos, etc.
Fue en esta planta en la que había varias mesas organizadas con mimo y detalle.
Sobre el mantel de catas disponíamos de cuatro copas.
Comenzamos con ANIER, verdejo 2013, Rueda. Un vino que pesa, herbáceo, con aromas cítricos, tropicales. Tras un ligero movimiento en el que vimos sus lágrimas, efectuamos la parada en la nariz.
A continuación lo probamos y descubrimos un sabor amargo. Constatamos su persistencia maridándolo con queso y nueces.
Pasamos a un segundo vino. Esta vez un ALBARIÑO, maridado con queso y pasas. Un vino seco, con aromas florales, fino y elegante, amarillo pajizo, brillante y de larga persistencia.
El siguiente fue un vino tinto: CARMELO RODERO. Nos aconsejaron visitar su bodega. Sus dos hijas, Beatriz y María, han heredado su buen hacer y su expertise enológico.
Lo maridamos con jamón y tomate. Aroma frutal y un leve sabor a arándanos.
También existe la opción de maridaje para celiacos.
Finalizamos con una copa grande de SONSIERRA. Más madera, que lo diferencia de los anteriores. Nos recordaron que para que sea un buen Rioja hay que buscar en la parte posterior de la botella “graciano y mazuelo”.
A veces, la calidad no está reñida con el precio. Lo difícil es hacer un buen vino asequible y que llegue a todos los paladares.
¡Os recomiendo que visitéis esta bodega! ¡Yo estoy deseando pasarme de nuevo!¡ A disfrutar y a beber con moderación!
¡Feliz miércoles!
Suddenly Marta
Posted at 17:30h, 03 abrilHola Rosana!!
Qué plan más bueno! 🙂
Un besote
rosanaelvuelodemifalda
Posted at 07:21h, 04 abril¡Hola Marta! Sí, ¡y por diez euros! ¡Un beso!